La expectativa psicológica formula que los asuntos humanos irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones, que suelen ser salvadas por procedimientos como el humor y la resiliencia. Como valor ético, es la idea que tiene el ser humano de siempre alcanzar lo mejor y conseguirlo de igual manera, a pesar de la dificultad que para ello presentan algunas situaciones o encontrar el lado bueno y lograr los mejores resultados.
Esta definición resulta un poco difusa, y existen muchas fuentes que intentan definir el verdadero optimismo según la ciencia. A lo largo de mi vida me he encontrado muchas clases de optimistas y siendo sincero nunca he sabido por cual decantarme. Lo que si sé es que hay consenso entre los optimistas en definirlo como un sesgo, e incluso como irracional(Sharot,2011), pero la mayoría insiste en que este sesgo tiene un valor adaptativo y entre sus funciones está el proteger el bienestar futuro. (Perales,2016)
Este sesgo y su relación con la salud mental fue le descubrimiento que las personas deprimidas tienen una percepción más ajustada a la realidad del control que ejercen sobre lo que pasa en su entorno. Es decir, que aquellas personas que no están deprimidas tienen la sensación de controlar situaciones o cosas que realmente no depende de ellas.
A esto lo llamamos en psicología “Ilusión de Control”. Fenómeno clásico investigado por psicólogos experimentales que se refiere a la tendencia que tenemos las personas a creer que ejercemos el control sobre sucesos deseables, pese a que éstos sean, en realidad, del todo incontrolables. Este fenómeno explicaría cómo, ante eventos aleatorios, las personas nos responsabilizamos de aquellos que son positivos mientras que atribuimos a causas externas los que son negativos. Un ejemplo de ilusión de control lo encontraríamos en la tendencia a atribuir las ganancias del juego (por ejemplo, las de una máquina tragaperras) a la propia habilidad al tiempo que culpamos a la mala suerte por las pérdidas.
Actualmente hay una “ideología” nacida del sistema neoliberal y muy extendida en nuestra sociedad la cual te dice que todo es posible, que sólo basta con creer en ti, con tener una buena actitud hacia el futuro y que todo depende de uno mismo para conseguir nuestros objetivos. Este tipo de pensamiento causa un daño irreparable en nuestra sociedad. Primero para aquellas personas que no consiguen sus objetivos, las cuales tienen que gestionar la frustración de no alcanzar los objetivos y segundo, pensar que la causa de no conseguir los objetivos es únicamente causada por la incompetencia de la propia persona sin apreciar, por ejemplo, factores contextuales.
1º.- Malestar por no alcanzar los objetivos.
2º.- Sentimiento de inutilidad por no alcanzarlos.
Los principios básicos del pensamiento optimista son:
- Prohibido rendirse. Tienes que esforzarte hasta que lo consigas y si no lo consigues no te has esforzado lo suficiente.
- Sé positivo. Ten una actitud positiva.
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